Un 4 x 4 que parece respirar

  • Autor: sademu
  • Publicada en: Vehículos
  • Fecha: 26 Dic,2012

De acuerdo, tal vez tenga cierta predilección por mi máquina, incluso cierta obsesión. Pero es que no puedo pasar un día sin coger mi TT, sin probarlo, sin sentarme en su asiento, sin notar el tacto del volante en las manos… Para los que disfrutáis con la conducción sabéis perfectamente de lo que hablo, así que no voy a desarrollar nada más sobre el particular. Pero lo que está claro es que estas fiestas las estoy disfrutando con enorme gozo, sobre todo porque estoy recorriéndome un montón de trayectos sinuosos y poco conocidos, salpicando barro por los cuatro costados y maravillado ante la belleza del paisaje montuoso que estos días estoy conociendo de primera mano.

Eso sí, os tengo que reconocer que no las tenía todas conmigo cuando comenzó el mes de diciembre. Una pieza mal colocada de una avería anterior hizo que mi motor decidiera detenerse. Al principio pensé que la cosa no sería muy complicada, unos euros y ya está, pero una revisión a fondo en el taller al que siempre llevo mi automóvil me hizo temer lo peor, sobre todo por las palabras del mecánico, que me afirmó que la rotura era costosa. En ese momento me pareció que mi 4 x 4 había dejado de respirar para siempre…

Menos mal que Internet acude al rescate siempre que lo necesitas. En efecto, tras el impacto inicial de saber que podía estar ante los últimos momentos de funcionalidad de mi TT, descubrí casi por azar grúas Sant Jordi, la página de uno de los mejores desguaces de barcelona. Y no estoy exagerando: por precio, garantía, disponibilidad y tiempo de espera este sitio es inmejorable. Así que tras navegar un rato y empaparme de lo que me iba a ahorrar si recurría a piezas de ocasión, llamé a mi mecánico y me confirmó lo que yo ya sospechaba: el recurso de un desguace no solamente era lícito, sino que encima iba a proporcionarme los mismos resultados que la pieza original pero con un precio altamente atractivo.

Como podéis imaginar, no dudé ni por un momento en recurrir a este tipo de recambios. Mi máquina estaba fría, casi triste, y los caminos reclamaban mi presencia. Por eso llevé a cabo las gestiones, en el taller arreglaron el motor con eficacia y rapidez… Y aquí me tenéis, escribiéndoos esta entrada del blog en medio de ningún sitio, rodeado de pinos, robles y abetos, con el coche apagado pero totalmente funcional de nuevo. Gracias a los teléfonos de última generación puedo compartir con vosotros esta experiencia de conducción, una experiencia que voy a continuar ahora mismo, mientras el sol sigue en lo alto. Todavía me quedan muchos caminos que recorrer.




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