Una pegatina para evitar disgustos

  • Autor: sademu
  • Publicada en: Vehículos
  • Fecha: 20 Dic,2012

Que conste que la culpa la tuve yo por despistarme sobre la obligatoriedad de llevar mi todoterreno a pasar la Inspección Técnica de Vehículos. Y mira que me había preocupado durante la noche anterior por encontrar, mediante Internet, una página que me dijera dónde había una estación itv en las rozas de madrid. Una vez localizada y con las cosas claras me propuse pasar la ITV durante el fin de semana…

Pero lo que yo veía viable en ningún modo ocurrió así. Y no porque yo no pusiera empeño, sino porque una especie de alineación planetaria me impidió llegar a tiempo, lo que me ha costado una sanción administrativa y, creo, la irónica mirada de los profesionales que finalmente me atendieron.

Incluso había madrugado ese día para llegar con mi TT de los primeros y no tener que esperar una cola inevitable durante las horas punta. Sin embargo, ya cuando salía del garaje la fina pero pertinaz lluvia que caía me estaba indicando que no saliera de mi casa. Pero, tonto de mí, no le hice caso.

De buenas a primeras, y mientras cerraba la portada, alguien me llamó por mi nombre. La casualidad hizo que me encontrara con mi amigo Ricardo, a quien hacía muchísimo tiempo que no veía. Nos fuimos a tomar un café (pensé que luego tendría que hacer la cola en la ITV, pero es que era mi amigo Ricardo, caray) y ese café se prolongó en desayuno y luego en unas cañas, que se mudaron en vinos para convertirse en una opípara comida de amigos en un restaurante muy chic. Cuando terminamos de devorar todo lo que nos habían puesto el reloj marcaba una hora lo suficientemente alarmante como para hacerme levantar y correr hacia mi coche, con la idea de pasar la Inspección.

Pero hete aquí que cuando arrancaba para incorporarme al tráfico una luz azul, de ese azul que es inconfundible, me detuvo en el arcén. Bueno, me dije, un contratiempo más, pero todavía quedan dos horas para que cierren y estoy a escasos veinte minutos… Sin embargo el detector de alcohol no pensó lo mismo que yo. Con aviesa mala intención se posó en mi boca y arrojó un hermoso 0,48 que me supuso, por descontado, una multa, la recriminación de los agentes y llegar tarde a la ITV. Más o menos cuando ya habían cerrado.

Así que mi consejo no puede ser más claro. Si un día madrugas para pasar la ITV y oyes que alguien te llama, da igual que sea tu amigo al que no ves desde la preescolar. Agacha la cabeza, súbete al 4×4 y vete a pasarle la inspección. Te vas a ahorrar muchos quebraderos de cabeza.




Publicar comentarios


Comentarios Recientes

  • Ninguna Entrada

El Escaparate de AporBarro

<