Empeñados en hacer las cosas bien

Tenemos una premisa muy clara: hay que empeñarse en que las cosas salgan bien. Como podéis ver no es algo que se pueda realizar de forma precipitada, pero somos conscientes de que hay que esforzarse en que todas nuestras acciones diarias se recubran con la pátina de la excelencia. Solamente así conseguiremos rentabilizar nuestras opciones y, lo que es mejor, estar satisfechos con nosotros mismos, ya que nada hay más agradable que la convicción de que estamos actuando de la forma correcta.

En el mundo del 4×4 esta premisa se cumple a rajatabla. Teniendo una afición como la nuestra, en la que es fundamental que todos los parámetros se afinen al máximo, la correcta aplicación de los tiempos y las formas implica ser profesionales y no dejar nada a la improvisación. Todos los que tenemos un TT sabemos que un descuido puede provocar un accidente. Y entonces es cuando lamentaremos nuestra falta de profesionalidad.

Al hablar de descuido no nos referimos solamente a los que pueden producirse cuando estamos en ruta (muy peligrosos, sobre todo porque nos pueden conducir a un accidente grave), sino más bien a los que se producen a la hora del mantenimiento de nuestra máquina. Comprobar niveles, cambiar el aceite cuando toca, revisar la presión de los neumáticos o acudir a la Inspección Técnica de Vehículos en el plazo establecido por la Administración son acciones muy recomendables que hay que hacer sí o sí. No por ningún capricho, sino porque componen el ABC del mantenimiento de un 4×4, y saltarnos alguna de esas premisas puede conducirnos a un sitio en el que no queremos estar: el taller.

Si se da el caso, lo mejor es hablar con el mecánico y acceder a la página que te dejamos enlazada, donde podrás buscar desguaces en todo el territorio español y comprar un recambio de ocasión. En efecto, si nuestra imprevisión nos ha impedido hacer las cosas bien, que al menos no nos impida resolver la avería por poco dinero. Además, seguro que si hablas con tu mecánico de confianza, éste te recomendará el recurso de un desguace, porque lo que ahora quiere la gente es confianza en el producto, sí, pero a buen precio. Y eso solamente lo puede proporcionar una pieza de segunda mano. Así que ya lo sabes: empéñate en hacer las cosas bien, y si por un descuido tu coche termina averiándose, el repuesto más idóneo es el de ocasión. Así podrás darte una segunda oportunidad al mejor precio.




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