Los colchones a través del tiempo

  • Autor: sademu
  • Publicada en: General
  • Fecha: 26 Jul,2013

Las colchonerías que actualmente visitamos cuando queremos renovar nuestro colchón fueron pensadas en las distintas exigencias del descanso. La pluralidad ha hecho que se especialice en la fabricación con distintos materiales y en variados modelos que se ajusten a los pacientes con malestares lumbares o respiratorios. También ocurre que simplemente la necesidad de comodidad nos invita a renovar. Por ejemplo, si nos casamos no consideraremos cómodo dormir acompañados en un colchón unipersonal.

 

Los inventos desarrollados para los colchones durante el siglo XX estuvieron orientados siempre a mejorar el confort y la presión adecuada. Por ejemplo, en 1900 James Marshall inventó la famosa bobina Marshall que fue responsable de los clásicos colchones con resortes que se utilizaron mucho durante el siglo pasado. Dichas bobinas eran colocadas en bolsas de algodón para crear el amortiguamiento y eran recubiertas con capas protectoras para su utilización como descanso.

 

Como se sabe, los primeros en la historia en usar las camas más cómodas fueron los emperadores de las antiguas culturas. Estos tenían a su disposición a fabricantes artesanos que elaboraban los exigentes pedidos decorados con oro, plata o bronce. Se tiene constancia de que en el Imperio romano se originaron estas adornadas camas y también la peculiar cama de agua que actualmente utilizamos para las terapias médicas. Sin embargo, los colchones que se confeccionaban estaban rellenos de material que hoy en día no son recomendables porque no son totalmente salubres.

 

Usted imaginó alguna vez que emperadores como Julio César o Marco Antonio durmieron en colchones de paja o lana. Pues se presume que sí porque aún no se había experimentado con espumas. Lo positivo es que se elaboraron con materiales naturales como las cañas o las plumas, que hasta tiempos actuales se usan pero ya no son recomendables. Estos insumos también fueron materia prima en el siglo XVI y XVII, tiempos en los que Luis XIV acostumbraba a quedarse en sus aposentos disfrutando de la comodidad de uno de sus más de 400 camas de colchón de paja.
Las patentes comenzaron a aparecer en 1865 con la construcción de muelle en espiral para las camas. Posteriormente en la década de 1930, los colchones de resortes tapizados se hicieron muy comunes en Norteamérica. Dos décadas después, en plenos años 50, empiezan a comercializarse los colchones de goma, espuma y almohadas. Es a partir de esta última mitad del siglo pasado que las colchonerias vienen ajustando y combinando materiales en afán de desarrollar colchones cada vez de mayor calidad.




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