Cuando nos montamos en nuestro TT y surcamos los caminos queremos que el tiempo se detenga. Nuestro mayor deseo es ponernos a los mandos de nuestra máquina y sentir su motor rugiendo, contentos con su potencia y sus prestaciones. Digamos que lo que más nos gusta es rentabilizar el tiempo que pasamos con su conducción, porque sentados en ese todoterreno es cuando realmente respiramos y vivimos.
Por eso resulta curioso cómo en ciertos menesteres perdemos un montón de tiempo que podríamos dedicar a surcar los caminos embarrados que tanto nos gustan. Vamos a poner un ejemplo: imagina que ha llegado ese fin de semana que tenías programado para salir con tu 4×4 hacia una zona que conoces poco. Has marcado la ruta en el mapa, llevas contigo provisiones, una manta, el equipo necesario por si pinchas y te has asegurado que el depósito está lleno y todos los líquidos en sus niveles correctos. Como es sábado tienes intención de pasar antes la Inspección Técnica de Vehículos, ya que es el único día que puedes hacerlo. Te diriges al centro en cuestión y observas, anonadado, cómo hay una cola enorme de vehículos que han pensado lo mismo que tú. De repente ves alejarse esa ruta que tanto habías planificado…
Y todo ello lo podríamos haber evitado con una llamada telefónica para pedir cita previa itv madrid. En efecto, con los adelantos que hoy en día nos ofrece la Red es absurdo echar por la borda nuestro tiempo libre. Si tenemos que pasar la revisión hagámoslo, pero recurriendo a una forma de llevarla a cabo que nos permita rentabilizar nuestro tiempo. Y la cita previa, huelga decirlo, es la mejor opción para ello.
Perdernos una jornada soleada y muy prometedora porque no hemos tenido la suficiente previsión a la hora de pasar la Inspección Técnica de Vehículos nos va a sumir en un estado de frustración ciertamente irritante. Además, seguro que cuando estés en la cola recordarás los recovecos y las excelentes pistas de arena y piedras que, en este momento, te estarán echando de menos. A ti y a tu 4×4. El mapa que con tanto cariño habías preparado seguramente lo volverás a tener que guardar para otro fin de semana, y lo que iba a ser tu almuerzo campestre se convertirá en almuerzo urbano… Sí, definitivamente toda la magia perdida. Aunque eso sí, esperemos que el asunto te sirva para tomar nota y no volver a caer en el mismo error…